martes, 24 de agosto de 2010

Tema del dia 6

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Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño, hasta la realización final y completa de su esperanza. He 6:11

La lección más grande que recibimos en la vida es el amor.

Dios creó la vida para que aprendiéramos cómo amarnos los unos a los otros de la forma en que Él nos ama. Por el momento, estamos en medio de una formación que es bastante seria. Dios está usando todas las cosas, dolor y sufrimiento, gozo y consuelo, oposición y cooperación, para transformarnos en personas que aman completa y profundamente. “Debemos pasar nuestras vidas aprendiendo a amarnos unos a otros, porque Dios quiere que seamos como Él, y Él es amor. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor” (1Jn 4:8). Dios diseñó esta vida para desligarnos de nuestras ataduras egocéntricas, para que así, Él nos pueda ayudar a centrarnos en otros, dándole prioridad a las necesidades de los demás. “Este amor que estamos aprendiendo, nunca morirá. El don de profecía cesará, el de lenguas será silenciado, y el de conocimiento desaparecerá.” (1Co 13:8). Pero el amor que ahora aprendemos jamás se extinguirá.

Esta vida es una práctica para una eternidad de amor. Es como un entrenamiento de primavera en el juego de pelota. Ahora estamos practicando nuestro amor del uno por el otro, fortaleciendo nuestras habilidades, preparándonos para la Serie Mundial de Amor en el cielo. Es por eso que estamos empleando 40 días, concentrándonos en amarnos los unos a los otros, en comunidad. Lo que está en juego es enorme, y los resultados permanecerán por siempre. “Este es el propósito de Dios para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo: Reunir en Él todas las cosas, tanto las del Cielo, como las de la tierra.” (Ef 1:10). “No hay dudas, en el Cielo nos sorprenderá ver cómo ha fluido nuestro amor en la eternidad.” (Ef 4:4). 

Mientras tanto, amemos con urgencia. “Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño, hasta la realización final y completa de su esperanza.” (He 6:11). Hay una urgencia acerca de aprender a amar ahora, porque hoy podría ser nuestro último día en la tierra. Esta vida es fugaz, y la eternidad ya viene. Las oportunidades que tenemos para expresar amor vienen y se van con rapidez; no las podemos dar por sentado. Un día terminarán nuestras lecciones terrenales, y amaremos por la eternidad en el Cielo.

Amemos con constancia. Mientas vivimos, debemos permanecer amando. Este currículo de amor no es algo que se aprende una vez y luego se pone a un lado. Tenemos que estudiarlo durante toda la vida, hasta que lo aprendemos bien. “Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor, el que permanece en amor permanece en Dios, y Dios en Él.” (1Jn 4:16).

Amemos con expectativa. “Debemos mantenernos amando, para que podamos obtener nuestra realización completa.” (He 6:11). La mayor realización en el Cielo será el amor, y los que aman más tendrán el mayor de los galardones. En los que amamos será donde encontraremos nuestro más grande galardón.