lunes, 30 de agosto de 2010

Tema del dia 26

[Escucha y Lee]

No hagan nada por egoísmo o vanidad; mas bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos . Fil 2:3. 

Permita que los demás pasen primero.

Si ha leído “Una vida con propósito”, recordará la primera oración del libro: "No se trata de ti". Dios nos creó para salir de nosotros mismos y vivir con el propósito de los demás. De acuerdo con Jesús, vivimos la vida a Su manera cuando nos damos preferencia unos a otros. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará (Mt 16:25). En otras palabras, la autoayuda no es ninguna ayuda. El auto sacrificio es la manera, mi manera, de saber lo que verdaderamente es usted. Quizás sea fácil dejar que otro pase primero cuando usted y esa otra persona llegan juntos a la fila para pagar el supermercado. ¿Pero qué de los asuntos más importantes, las cosas que realmente nos interesan? A veces el mostrar preferencia hacia los demás significa sacrificarse por lo que es mejor por el cuerpo de Cristo. Estamos en comunidad y decimos "nosotros" en lugar de "yo" y "nuestro" en lugar de "mío". La Biblia dice: Que nadie busque sus propios intereses, sino los del prójimo (1Co 10:24). La Biblia nos dice que primero dejemos pasar a los demás, colocándonos voluntariamente en una posición de apoyo en el banco de los sustitutos, considerando a los demás como superiores a ustedes mismos (Fil 2:3). Para hacer esto, tenemos que hacer una revisión general de cómo pensamos; debemos reconstruir nuestra perspectiva. Diariamente nos enseñan, nos motivan y nos atraen a tener vidas auto céntricas, pero Pablo nos reta a considerar que los demás son mejores que nosotros mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás (Fil 2:3-4). 

Cambiar nuestra perspectiva requiere:
·   Desactivar la competencia. ¿Considera tener una competencia enfermiza con alguien? ¿Siempre está procurando "superar" a otros?
·   Eliminar el orgullo. ¿Quiere que todo sea siempre a su manera? ¿Admite con rapidez haberse equivocado? Adolescentes: ¿es posible que sus padres tengan la razón? Padres: ¿es posible que sus hijos tengan un punto válido?
·   Aumentar la consideración. ¿Es usted considerado con quienes lo rodean? ¿Asume usted tener derecho a ciertas cosas? ¿Es sensible a las necesidades físicas y emocionales de su cónyuge?

Ceder la preferencia unos a otros es un desafío monumental. y es por eso que debemos apoyarnos en el poder de Cristo para que nos ayude a lograrlo. Pablo da un consejo al respecto en Ef 5:21, donde dice: Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Del respeto que le tenemos a Cristo provienen las fuerzas para darle la prioridad a otros. Si verdaderamente respetamos a Cristo, lo mostraremos en nuestra disposición de someternos a otros y darles la preferencia. 

Este cambio en perspectiva comenzará rápidamente a mostrarse en nuestra conducta al:
·   Permitir que alguien cuente su historia sin tratar de superarlo.
·   Dejar que otro escoja el restaurante.
·   Escuchar con interés y atención.
·   Dejar que la otra persona sea quien gane el reconocimiento.
·   Celebrar con toda sinceridad las victorias de otras personas.
·   Servir en nuestro grupo pequeño sin tener agendas escondidas.
·   Orar ferviente y constantemente por la necesidad de otras personas.


En su diario, haga una lista de 5 maneras específicas en las cuales usted pueda demostrar preferencia a su familia o a los miembros de su iglesia en casa . Descubrirá un gozo increíble al dar "preferencia" a los demás, a medida que descubra que verdaderamente hay más dicha en dar que en recibir (Hch 20:35).