lunes, 30 de agosto de 2010

Tema del dia 28

[Escucha y Lee]

Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo. Ef 4:32.

El compañerismo sin el perdón es imposible. 

Como creyentes, estamos llamados a practicar el ministerio de la reconciliación (2Co 5:18). Constantemente necesitamos perdonar a otros y recibir el perdón de los demás, o seremos consumidos por la excesiva tristeza (2Co 2:7). Cada vez que alguien nos hiere, debemos tomar una decisión: ¿nos concentraremos en la represalia o en la solución? La Biblia habla cándidamente en contra de tomar venganza. Asegúrense de que nadie pague mal por mal; más bien, esfuércense siempre por hacer el bien, no solo entre ustedes sino a todos (1Ts 5:15). En la economía de Dios, no es suficiente decir que no buscaremos la venganza, debemos esforzarnos para llegar al corazón del perdón. Perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo (Ef 4:32). A medida que lea la Biblia, verá con toda claridad que perdonar no es una opción para el seguidor de Cristo. Dios establece esta norma tan alta porque sabe lo mucho que está en juego en su vida. La amargura y falta de perdón son un cáncer que al final lo destruirá de adentro hacia afuera. El perdón es el bisturí que quita el tumor de la amargura. Esto no quiere decir que a usted siempre le será posible perdonar y terminar el asunto. Tal vez tenga que volver a perdonar una y otra vez hasta saber que ha liberado al ofensor. Pero el perdón es una elección que usted puede hacer y una que Dios espera que usted haga. En su carta a los Colosenses, Pablo provee las bases y la motivación para perdonar: de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes (Col 3:13). Además, Ro 5:8 nos dice que cuando todavía éramos pecadores (antes de que pidiéramos perdón) Cristo murió por nosotros. Cuando reconocemos el precio que Jesús pagó para perdonarnos, ¿cómo es posible que no perdonemos?

Entonces, ¿Qué significa perdonar?

Primero, vamos a estar de acuerdo en esto. No significa que sea algún tipo de gimnasia mental para borrar sus heridas, ni tampoco significa pretender que usted no resultó herido. Por el contrario, perdonar, significa que usted deja de mantener la ofensa en contra del ofensor. Significa que usted ha perdonado la deuda y con toda intención escogió liberar al que le hirió. Usted ama profundamente porque el amor cubre multitud de pecados (1P 4:8). Aquí verá algunos pasos hacia el perdón:

·   Hable a Dios antes de hablar con la persona. Como David en los Salmos, use la oración para ventilar verticalmente. Clame a Dios, dígale exactamente cómo se siente. A él no le va a sorprender ni se va a poner bravo por la ira, dolor, inseguridad o amargura que usted siente.
·   Siempre tome la iniciativa. No importa que usted sea el ofensor o el ofendido; Jesús nos dijo que diéramos el primer paso. Por lo tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda (Mt 5:23-24). Así es como Dios quiere que usted maneje esta situación.
·   Confiese su parte del conflicto. Si seriamente está considerando restaurar una relación, debe comenzar por admitir sus propios errores o pecados. Jesús dijo que esta es la manera de ver las cosas más claras: Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano Mt 7:5


Tal vez usted necesite detenerse ahora mismo y tener una conversación honesta con Dios acerca de alguien a quien necesite perdonar. Nuestro Padre celestial sabe que no es fácil olvidar las heridas, pero Él lo ayudará y le dará la gracia para perdonar. Así que hágalo AHORA. Se alegrará de haberlo hecho.