lunes, 6 de septiembre de 2010

Tema del dia 33

[Escucha y Lee]

Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas. 1P 4:10.

Encuentre lo que sea común entre la voluntad de Dios y los dones de usted. 

El apóstol Pablo escribió que tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado (Ro 12:6-8). Aunque en este pasaje él está hablando de dones espirituales específicos, lo que trata de decir es universal: cualquier habilidad que Dios nos dé debemos usarla para bendecir a otros. La Biblia está llena de ejemplos en los que el pueblo de Dios usa los dones que él les ha dado para así bendecir a otros para la gloria de nuestro Padre. Esta lista de dones incluye, aunque no se limita, a estos: el arte, la arquitectura, la administración, la repostería, la fabricación de barcos, el diseño, el arte de embalsamar, el bordado, el grabado, la agricultura, la pesca, la jardinería, la dirección, la gerencia, la albañilería, la música, la fabricación de armas, la costura, la pintura, la navegación, la venta, el ser soldado, la sastrería, la enseñanza y hacer literatura y poesía.

Dios quiere que usemos nuestros dones de manera creativa, rompiendo los moldes que limitan nuestros conceptos del servicio cristiano a una pequeña lista de roles tradicionales. Él quiere que funcionemos desde la perspectiva de que cualquiera que sea el don que tengamos, lo usemos todo para la gloria de Dios (1Co 10:31). Por esta razón, él le dio a usted habilidades, intereses, talentos, dones, personalidad y experiencias en la vida. Sin embargo, muchos de estos dones siguen sin explotarse, reconocerse o usarse. ¿Le sorprendería saber que algunos estudios indican que el creyente promedio tiene de 500 a 700 habilidades o destrezas diferentes, y todos son dones que se dieron a cada persona con la intención de hacer una contribución al cuerpo de Cristo? Usted no necesita preocuparse de si algunos de sus talentos parecen un tanto ordinarios, para Dios todos tienen importancia eterna. Jesús dijo: Y quien dé siquiera un vaso de agua fresca, les aseguro que no perderá su recompensa (Mt 10:42). Como los vidrios de colores, nuestras diferentes personalidades reflejan la luz de Dios en diferentes colores y patrones. Él nos hizo de tal manera que no haya copias, para que cada uno tuviera la mezcla exacta de factores que nos hace únicos. Esto significa que nadie más en la tierra será capaz de hacer por otros las cosas que usted puede hacer. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas I obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica (Ef 2:10).

Recordar estos cinco aspectos que le ayudarían a evaluar el diseño de Dios en su vida es una de las maneras de evaluar sus dones y habilidades:
·   Dones espirituales: Dios le da dones espirituales para que los use en el ministerio (1Co 12; Ro 12; Ef 4).
·   Corazón: Su corazón determina por qué dice las cosas que dice, por qué se siente de la manera en que se siente y por qué actúa como lo hace.
·   Aptitudes: Dios le da estos dones para que usted cumpla con los propósitos que él tiene. Éx 31:3 dice que Dios da sabiduría, inteligencia y capacidad creativa.
·   Personalidad: Su personalidad afecta el uso que usted hace de sus dones. Por ejemplo, dos personas pueden tener el don del evangelismo, pero si una es introvertida y la otra es extrovertida, el don se expresará de manera diferente.
·   Experiencias: Estas cinco áreas de experiencia influirán en su servicio a otros: la educación, la vocación, las experiencias espirituales, e! ministerio y las experiencias dolorosas.

Nos sentimos bien cuando hacemos aquello para lo que Dios nos creó y cuando usamos nuestros talentos para bendecir a otros. Phil Vischer, el creador de Veggie TaIes [Historias de vegetales] y también quien hace la voz de Bob el tomate, dijo una vez: "No existe lugar más feliz que la intersección entre la voluntad de Dios y los talentos de uno".


He aquí algunas preguntas para ayudarlo a encontrar esta intersección: 

¿En qué soy bueno de manera que pueda ofrecerlo para ministrar a otras personas? 
¿Qué puedo enseñar a otros? 
¿Qué puedo hacer y dar a alguien como una bendición? 


Pídale a los miembros de su iglesia en casa que le ayuden a determinar las cosas que hace mejor y cómo pudiera usarlas en el ministerio.