lunes, 6 de septiembre de 2010

Tema del dia 36

[Escucha y Lee]

Trabajarán ustedes durante seis días, pero el séptimo día es de reposo, es un día de fiesta solemne en mi honor, consagrado al Señor. Lv 23:3.

La vida tiene un ritmo. 

¿Sabía usted que Dios ordena que usted se tome todo un día libre cada semana? Dios lo considera tan importante que lo incluyó en su lista de las diez reglas principales para la vida: los Diez Mandamientos. Es el mandamiento número cuatro y está junto a no mates, no cometas adulterio y no robes. He ahí cuán importante Dios considera este asunto. La Biblia lo llama sábado, un día que se aparta por completo para descansar y adorar en grupo. No para hacer mandados. Ni para poner al día un trabajo inconcluso. Tampoco para planear otras reuniones. Es para descansar y para adorar en grupo y no es una opción. Si usted no está tomando un "sábado" semanal, usted está quebrantando todas las semanas uno de los Diez Mandamientos. ¿Por qué es este descanso semanal tan importante? Jesús lo explicó: El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado (Marcos 2:27). Jesús sabía que dos de las necesidades más grandes que uno tiene, cada semana, son descansar y adorar junto a otros creyentes. Esto es parte del rito que Dios ha planeado para la vida. Pero con el estilo de vida acelerado de la actualidad, muchas veces los sábados y los domingos están más ocupados que el resto de la semana. Tratamos de embutir en el fin de semana todas las actividades posibles de manera que cuando llega el lunes, ni hemos descansado ni hemos adorado.


Para muchos la adoración con otros es la última opción, algo que hacen solo cuando es conveniente y no interfiere con otros planes. Otros dicen: “Yo adoro cuando estoy fuera, disfrutando de la naturaleza, acampando o esquiando en el agua”. Pero ese no es el tipo de adoración que Dios ordena una vez a la semana. Debe ser una adoración en conjunto con otros creyentes; Dios quiere que nos reunamos con el resto de su familia para alabarle juntos. Cuando lo hacemos, él se manifiesta con nosotros allí. Jesús dijo: Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mt 18:20). Cuando adoramos en grupo, lo hacemos de maneras que en privado no podemos. Cuando cantamos y celebramos juntos, cuando oramos y nos hacemos confesiones unos a otros, cuando intercambiamos ideas y meditamos juntos, cuando diezmamos, ofrendamos y cuando nos comprometemos los unos con los otros, nuestra fe se reafirma, nuestra esperanza se fortalece y nuestro amor se renueva. Eso solo puede suceder en comunidad. Durante esta semana veremos formas en las que podemos profundizar nuestra adoración, pero permítame retarle a que tome el mandamiento de Dios en serio. Si usted tiene la tendencia de ser adicto al trabajo y realmente nunca se detiene para descansar, o si su compromiso con la adoración semanal es informal, basado en la conveniencia más que en el compromiso, usted necesita poner un "sábado" en su agenda. Memorice el versículo bíblico de hoy para que le ayude a recordar el ritmo de una vida balanceada y saludable. Y este fin de semana, siéntese con su iglesia en casa para la celebración dominical. No dejemos de congrgarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora, que vemos que aquel día se acerca. He 10:25