martes, 7 de septiembre de 2010

Tema del dia 38

[Escucha y Lee]

Todos, en un mismo espíritu, se dedicaban a la oración. Hch 1:14.

La intención de Dios era que nuestra oración fuera una prioridad, no una posdata. 

En muchas iglesias y grupos pequeños la oración es como cantar el himno nacional en un evento deportivo: no se nos ocurriría empezar sin él pero tiene muy poca relevancia para el evento principal. Los primeros cristianos se reunían continuamente para la oración (Hch 1:14). La Biblia dice: Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento (Col 4:2). La oración nos hace estar concientes de la presencia y el poder de Dios en nuestras circunstancias y a la vida de nuestra iglesia en casa . Muchos de nosotros sabemos que esto es verdad y no obstante la oración queda marginada. Muchos cristianos viven con un sentimiento de culpa e incompetencia cuando se trata de su vida de oración. Seamos honestos, ser dedicados a la oración y aprender a orar juntos no es fácil. Es interesante que la única vez que los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara algo fue cuando dijeron: Señor, enséñanos a orar (Lc 11:1).
Cuatro sugerencias prácticas que revitalizarán la oración en su iglesia en casa:

En primer lugar, haga de la oración una prioridad en la reunión de su iglesia. En Hechos 4, cuando arrestaron a los apóstoles injustamente, los encarcelaron y los amenazaron, estos no organizaron una protesta. Tampoco iniciaron una campaña por cartas, ni usaron sus influencias políticas. En cambio, organizaron una reunión de oración. Enseguida el lugar donde estaban orando comenzó a temblar, literalmente, con el poder Dios. Deténgase un momento y considere el hecho de que el Dios del Universo quiere saber de usted y de su iglesia en casa. ¿Qué nación tiene dioses tan cerca de ella como lo está de nosotros el Señor nuestro Dios cada vez que lo invocamos? (Dt 4:7). La Biblia también dice que con valentía podemos acercarnos a él, sabiendo que es un Padre bueno que se deleita en satisfacer las necesidades de sus hijos. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos (He 4:16). Entonces, ¿qué pasaría si su iglesia en casa hiciera de la oración una prioridad? Esta podría ser una buena pregunta para considerar por su iglesia en casa. Además, ¿cómo puede usted ayudar a que su grupo amplíe su punto de vista acerca de la oración?

En segundo lugar, haga que todo el mundo participe en la oración en grupo. Hay poder cuando oramos los unos por los otros, pero también hay poder cuando oramos los unos con los otros. Si su grupo es como muchos, es probable que haya dos o tres personas que se sientan cómodas al orar en alta voz en el grupo. Así, en poco tiempo, se convierte en expectativa implícita que estos miembros del grupo sean los "oradores" designados. Si en realidad su grupo va a aceptar la oración en colectivo. es importante que todo el mundo se involucre. Si no se siente cómodo orando en grupo, he aquí algunas maneras en las que puede comenzar:
·   Comience con poco. Puede que su primer paso no sea terminar en oración la reunión de la iglesia. Su primer paso podría ser solo una oración de una frase, como “Gracias Jesús”.
·   Sea usted mismo. No necesita usar una voz especial ni determinadas palabras. Solo hable con Dios tal y como lo haría con un buen amigo. No existe una "forma correcta" de orar.
·   Enfóquese en Dios no en los demás. Después de todo, usted le está orando a Dios. A él lo que le importa es su corazón, no la elocuencia de sus palabras.

En tercer lugar, comparta sus verdaderas necesidades con el grupo para que oren. Esta es una de las ventajas más grandes de la oración en una iglesia en casa. En un servicio de adoración de varias iglesias juntas o en una reunión de oración con personas que no conocemos no es muy probable que compartamos nuestros motivos más personales de oración. Sin embargo, cuando estamos en un circulo estrecho de amistades que nos aman, estamos más dispuestos a compartir nuestras verdaderas necesidades. Solo cuando somos específicos, el grupo puede orar de manera específica y ayudarnos a ver cómo Dios responde específicamente.

En cuarto lugar, aprenda a orar "en el momento". Cuando alguien le mencione una necesidad, una crisis o le cuente algo por lo que alaba a Dios, hágase el hábito de detenerse en ese mismo momento para orar juntos. Muchas veces las lágrimas de las personas son una invitación de Dios para que el grupo se detenga y ore. A veces lo más importante que su grupo puede lograr es reunirse tiernamente alrededor de una persona que tiene una necesidad y orar por la misma. Orar juntos es uno de los mayores privilegios que tenemos como miembros de la comunidad de Cristo. Seamos personas que sacan el mayor partido de ese privilegio.