martes, 7 de septiembre de 2010

Tema del dia 39

[Escucha y Lee]

Cada primer día de la semana cada uno de ustedes ponga aparte algo, según haya prosperado. 1Co 16 2ª

Devolver a Dios es el corazón de la adoración.

Podría sorprenderle que Jesús enseñó más acerca del dinero y las posesiones que acerca del cielo o el infierno. La palabra "dar" se usa más de 1,500 veces en la Biblia, más que las palabras: fe, esperanza, amor u oración. ¿Por qué? Es obvio que Dios no necesita nuestro dinero. El no es pobre. Pero Dios si quiere que seamos como él y eso solo sucederá si aprendemos a ser generosos. Dios es un dador, es el dador más generoso del Universo. ¡Todo lo que usted tiene es un regalo de Dios! (1Cr 29:14). En muchas iglesias el momento de las ofrendas es el punto más bajo del servicio. Muchos lo obvian, lo toleran o abiertamente le tienen resentimiento. Pero la Biblia enseña que Dios quiere que dar sea para nosotros una expresión significativa de la adoración en tres dimensiones: pasado, presente y futuro.

En primer lugar, al dar expreso mi gratitud a Dios por el pasado. "Acción de gracias" y "dar" van juntos. Cuando le devolvemos a Dios, mostramos nuestro aprecio por todas las maneras en que nos ha bendecido. Estamos diciendo: "Dios, estamos agradecidos por todo lo que has hecho en nuestras vidas y te amamos". Es por ello que usted nunca debe dar cuando se sienta presionado. Dios quiere que cuando dé, lo haga motivado por la gratitud. La Biblia dice: Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría (2Co 9:7). Unos versículos más adelante dice: La generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios (2Co 9:11).

En segundo lugar, al dar expreso mis prioridades en el presente. En Dt 14:23 se nos enseña que al diezmar aprenderás a temer siempre al Señor tu Dios. Es decir, aprenderemos a poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas. Si quiere saber cuál es la prioridad de una persona, solo observe su agenda y su libreta de cheques. La forma en que las personas gastan su tiempo y su dinero revela lo que realmente tiene importancia para ellas. Una cosa es proclamar que amamos a Dios, pero la Biblia enseña que al dar se prueba la sinceridad de nuestro amor (2Co 8:4) . Cuando damos la primera parte de nuestros ingresos a Dios, el primer día de la semana, es evidente que Dios ocupa el primer lugar en nuestros corazones. Jesús dijo: Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mt 6:21).

En tercer lugar, cuando ofrendo expreso mi fe en Dios con respecto al futuro. Dios ve lo que doy como una prueba de mi fe. En Mal 3:10 él dice: Traigan integro el diezmo para los fondos del templo. Pruébenme en esto, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. Dios nos desafía cuando dice: "Les reto a que confíen en mi promesa de cuidar de ustedes cuando me pongan primero en sus finanzas. ¿Confiarán en mi?" Siempre me ha sorprendido que muchas personas estén dispuestas a confiar en Dios para su salvación eterna, pero no confíen en él lo suficiente como para diezmar.

En 1Co 16:2, Pablo nos muestra tres características acerca de cuando damos en adoración:
·   Debe ser semanalmente:
Cada primer día de la semana.
Dios quiere que cuando demos lo hagamos de manera sistemática, no esporádica. ¿Por qué el domingo? ¡Dar es un acto de adoración que debe hacerse en el lugar de adoración, mientras uno adora!
·   Debe planificarse:
Cada uno de ustedes ponga aparte algo
Eso requiere  cierta reflexión. Dios no quiere que cuando demos lo hagamos apresuradamente, sin pensar o por impulso. Él quiere que usted piense en lo que está dando.
·   Debe ser proporcional:
Según haya prosperado
.

El diezmo consiste en dar el diez por ciento de lo que Dios le ha ayudado a ganar. 
Dios no mira la cantidad que usted da. Él mira cuánto usted tiene y la actitud con la cual usted da.